18/01/2023
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La llegada de un nuevo año siempre trae consigo cambios y ajustes, y el 2024 no es la excepción, especialmente en lo que respecta a las tarifas de diversos servicios, debido a la eliminación gradual de las medidas contenidas en los decretos anticrisis que se implementaron en 2023.
¿Cómo afectan estos cambios en tus facturas?
Ante estos cambios, es importante encontrar maneras de reducir el consumo energético, así como tener en cuenta una serie de consejos, que te dejamos a continuación.
La instalación de paneles solares es una de las medidas más eficaces para el ahorro energético. Esto es porque parte de la energía que vamos a utilizar provendrá de una fuente de energía renovable, en concreto de la energía solar fotovoltaica. Este tipo de energía es gratuita, limpia e inagotable, lo que significa que la energía producida no tendrá emisiones de gases contaminantes. El único reto que supone es que solamente se produce energía durante el día, porque la fuente original de producción es el sol. Si colocamos una batería de almacenamiento podremos acumular esa energía sobrante y usarla después cuando mejor nos convenga, por ejemplo, por la noche.
Aunque depende mucho de la cantidad de kilovatios instalados, la instalación de un sistema de autoconsumo fotovoltaico puede suponer un ahorro energético aproximado del 30%.
Cuando el objetivo son adoptar medidas de ahorro energético debemos ser conscientes de que esto implica un cambio de hábitos de consumo por nuestra parte. Esto quiere decir que si, por ejemplo, tenemos instalados paneles solares en nuestro tejado, lo más recomendable es hacer uso de la energía solar que estamos generando en el mismo momento en el que ésta se está produciendo.
Así, las horas de mayor producción solar en España son entre el mediodía y las cuatro de la tarde. Para ser más eficientes y ahorrar energía, lo suyo sería programar, por ejemplo, el uso de la lavadora o el lavavajillas en esta franja horaria. De hecho, otra medida de ahorro energético implicaría lavar a temperaturas por debajo de los 30 grados centígrados o en el caso de la lavadora, con poco centrifugado, porque estos programas de lavado requieren menos energía para llevarse a cabo.
Al hilo del apartado anterior hay que saber que los electrodomésticos antiguos consumen mucha más energía que los nuevos. Los fabricantes de todas las marcas buscan crear productos cuyo consumo energético sea cada vez menor y sobre todo, cuyo funcionamiento sea más eficiente en el uso de recursos, tanto de electricidad como de agua.
Para ello se ha elaborado una tabla de eficiencia energética de los electrodomésticos que seguramente conocerás y que va de la A a la G, siendo la A la más eficiente y la G la menos. Elegir una gama de productos electrodomésticos de calificación energética A, va a suponer un buen ahorro en la factura de la luz.
En este sentido, debemos valorar la posibilidad de sustituir aquellos electrodomésticos que no cumplan con estas características.
Si antes hablábamos de electrodomésticos, ahora lo haremos de iluminación, ya que con las bombillas ocurre algo parecido. En el pasado las bombillas incandescentes reinaban en las casas, pero éstas consumen muchos más recursos que las nuevas bombillas LED. Éstas tienen un consumo energético menor y una duración mayor. Podremos ahorrar en la factura de la luz si hacemos el pequeño gesto de sustituir todas las bombillas de nuestro hogar por aquellas tipo LED.
Como ocurre en otros sectores, el sector de la construcción está apostando por colocar en los edificios de obra nueva sistemas de climatización mejores y más eficientes. Habrás oído hablar de la aerotermia, que es un modelo de climatización basado en un sistema de ventilación mecánica para mantener una temperatura determinada y estable en todo el hogar.
Este sistema de climatización se nutre de la electricidad por lo que si la energía con la que lo hacemos funcionar es de origen renovable estaremos cerca de conseguir un hogar cero emisiones. Este sistema combinado con una instalación de autoconsumo fotovoltaico
En esta misma línea habría que incluir el ser responsable con la elección de la temperatura en el hogar. Esto pasa por mantener una temperatura estable todo el año en torno a valores ni muy fríos ni muy cálidos. Esto es en torno a 20 grados en invierno y 25 en verano. Estos límites ayudan a los sistemas de refrigeración a trabajar moderadamente sin un gasto eléctrico excesivo.
Otra medida muy eficaz para conseguir un buen ahorro energético es evitar la pérdida de temperatura en el hogar. Una de las vías más habituales por donde se pierde energía es por el mal aislamiento tanto de paredes y techo como de ventanas o puertas.
En el caso de las paredes existen materiales aislantes como la lana de roca muy eficaces para evitar la fuga de temperatura. Lo mismo ocurre con las ventanas, aquellas con doble o triple acristalamiento bajo emisivo pueden llegar a conseguir hasta un 70% de ahorro de pérdidas energéticas en calefacción y aire acondicionado.
Todas estas medidas son complementarias a las que ya emitió el gobierno español en su plan de medidas de ahorro y eficiencia energética que tenía como objetivo paliar los estragos de la crisis energética que se cierne sobre Europa.
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