Claudia Pardo, Content Specialist en Sunhero y firme defensora de que la energía solar puede transformar el mundo.
26/02/2024
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Índice
Cuando instalas placas solares en tu vivienda, lo más posible es que no consumas toda la energía que produce tu sistema fotovoltaico. Esta energía que generas pero que no consumes, se llama excedente, y tienes la opción de inyectarla en la red eléctrica para su venta, almacenarla en baterías o permitir que se disipe sin aprovecharla.
La principal distinción entre las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo con excedentes y aquellas sin excedentes radica en la capacidad de inyectar el sobrante de energía producida a la red eléctrica, recibiendo una compensación económica por ello.
Al optar por una instalación fotovoltaica de autoconsumo sin excedentes, se implementa un sistema antivertido que impide la inyección del excedente energético a la red de distribución.
Este enfoque garantiza que, aunque las placas solares estén técnicamente conectadas a la red, la energía que no se consume no se distribuye, actuando exclusivamente como consumidor y no como productor para otros usuarios de la red. Este sistema de autoconsumo sin excedentes no permite la compensación económica por el excedente no utilizado.
Sin embargo, los avances tecnológicos y las innovaciones en sistemas de almacenamiento, especialmente mediante baterías de litio de última generación, han mejorado la rentabilidad de estas instalaciones.
Para diseñar una instalación de autoconsumo solar sin excedentes, es esencial planificar y adaptar la instalación a las necesidades específicas del consumo energético de la vivienda. Estos son los pasos recomendados para aprovechar al máximo la instalación fotovoltaica.
Selección de un sistema anti vertido o de inyección cero: Optar por tecnologías avanzadas que prevengan el retorno de energía excedente a la red eléctrica, utilizando controladores de carga inteligentes y sistemas de gestión de energía en el hogar que ajusten el consumo en tiempo real.
Cálculo de la capacidad necesaria: Llevar a cabo un análisis detallado del historial de consumo energético para determinar adecuadamente la cantidad de paneles solares y la capacidad de almacenamiento requeridos, basándose en el análisis de facturas de energía anteriores y patrones de consumo.
Integración de electrodomésticos eficientes: Seleccionar electrodomésticos de alta eficiencia energética que puedan programarse para operar durante las horas de máxima generación solar, como lavadoras, lavavajillas y sistemas de calefacción o refrigeración.
Automatización y control Inteligente: Implementar sistemas de gestión de energía doméstica para controlar y optimizar el uso de la energía en tiempo real, mediante aplicaciones móviles o sistemas automáticos que redistribuyen la energía para maximizar el autoconsumo.
Monitoreo y ajuste continuo: Es vital realizar un seguimiento del rendimiento del sistema y de los patrones de consumo tras la instalación, para hacer ajustes necesarios. Esta adaptación continua es fundamental para mantener la eficiencia del sistema de autoconsumo sin generar excedentes.
El autoconsumo colectivo sin excedentes se refiere a la situación en la que un grupo de usuarios comparte una instalación solar equipada con un sistema anti vertido. Esto significa que cualquier electricidad generada y no consumida inmediatamente no se reintegra a la red eléctrica, eliminando así la posibilidad de que los participantes reciban compensación por excedentes.
En este modelo, es fundamental llevar a cabo una estimación exacta del número necesario de paneles solares. El objetivo es optimizar el uso de la energía renovable sin desperdiciarla, evitando al mismo tiempo la situación adversa de no generar suficiente energía para satisfacer las necesidades de autoconsumo del colectivo.
El autoconsumo colectivo sin excedentes con compensación es una modalidad donde, aunque la instalación no reintegra excedentes a la red eléctrica gracias a un sistema anti vertido, los usuarios pueden compensar la energía sobrante entre ellos. De esta manera, la energía generada y no consumida por un usuario puede ser aprovechada por otro dentro del mismo grupo, facilitando una compensación interna sin necesidad de devolver energía a la red.
Esta compensación se basa en acuerdos de reparto de energía entre los usuarios, sin requerir contratos externos de compensación de excedentes. La clave para gestionar este intercambio es la instalación de un sistema de enlace o centralización de contadores, que actúa como intermediario entre la distribuidora y los consumidores, asegurando un reparto eficiente de la energía sobrante.
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