Claudia Pardo, Content Specialist en Sunhero y firme defensora de que la energía solar puede transformar el mundo.
26/05/2024
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La energía solar está ganando terreno en el ámbito residencial, pero también está transformando el sector empresarial, especialmentela industria hotelera.
Lo cierto es que cada vez son más los hoteles que deciden hacer el cambio hacia la energía solar, debido a la larga lista de beneficios que aporta, tanto ambientales como económicos.
La transición hacia la energía solar en el sector hotelero está cambiando la manera en que los establecimientos gestionan sus recursos energéticos, con numerosos impactos positivos tanto para el negocio como para el medio ambiente. Estos son algunos de los beneficios principales.
Con un sistema fotovoltaico instalado, el hotel genera su propia electricidad a partir de fuentes renovables, ofreciendo una mayor independencia de la red eléctrica y ayudando a disminuir de manera considerable las facturas de la luz asociadas a la energía convencional. Además, este ahorro energético le permite mejorar la gestión de recursos, lo que se traduce directamente en una mayor estabilidad financiera a largo plazo.
La instalación de un sistema fotovoltaico en hoteles es una inversión muy rentable, ya que ofrece un retorno de inversión (ROI) de lo más atractivo. Aunque la inversión inicial puede ser alta, los importantes ahorros en facturas de electricidad, sumado a los incentivos y ayudas que ofrecen los gobiernos, permiten recuperar el dinero invertido en muy poco tiempo.
Instalar paneles solares y producir energía limpia reduce la huella de carbonoy contribuye a la lucha contra el cambio climático. Por esta razón, cada vez más hoteles apuestan por las prácticas sostenibles, minimizando su impacto ambiental, con el objetivo de alinearse con los principios, cada vez más demandados, del turismo responsable.
Hoy en día,la transición hacia la energía solar en hoteles es un proceso muy sencillo, gracias a los avances tecnológicos. Los paneles solares modulares se adaptan fácilmente a las diferentes estructuras y la instalación se puede realizar en pocos días. Además, una vez completada la instalación, el mantenimiento del sistema es simple, solo se necesitan revisiones regulares y limpiezas periódicas.
Apostar por la energía solar en hoteles ofrece importantes beneficios económicos gracias a diversas ayudas y ventajas fiscales, que ofrecen gobiernos y municipios. Los programas de financiamiento para proyectos de energía renovable son una gran ventaja para los propietarios de los hoteles, ya que pueden reducir la inversión inicial y, por tanto, mejorar la rentabilidad del proyecto fotovoltaico.
El Hotel Club Cala Azul decidió instalar placas solares para la temporada, buscando autosuficiencia y ser más respetuoso con el medio ambiente.
Las elevadas facturas de luz, que alcanzaban 350 euros mensuales incluso cuando el hotel estaba cerrado, fueron una de las razones clave para esta inversión.
La decisión, liderada por Erica Gaggero, CEO del hotel, refleja su firme convicción de contribuir al ahorro de energía.
Esta transición hacia la energía solar simboliza el compromiso del hotel con un futuro más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.
El proyecto se completó en menos de seis semanas e incluye un sistema compuesto por 44 paneles solares de alta eficiencia (24 kWp de potencia), montados sobre una estructura triangular y orientados hacia el sur.
Se estima que estos paneles solares generan anualmente aproximadamente el 43% de la electricidad utilizada por el hotel, cubriendo parte de las necesidades de climatización, iluminación y mantenimiento de piscinas y gimnasio.
La energía sobrante que no se consume de inmediato se envía a la red, y el hotel recibe una compensación por cada kWh vertido. Además, el hotel ha complementado el sistema fotovoltaico con cargadores para coches eléctricos.
El proyecto de energía solar ofrece una rentabilidad anual del 27% y una vida útil de 25 años. Para Cala Azul, la amortización se estima en cuatro años con un ROI del 586% al final del año 25, generando 5,86 € por cada euro invertido. Con bonificaciones y subvenciones, el período de amortización podría reducirse a dos años, proporcionando al hotel al menos 23 años de beneficios adicionales.
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