Claudia Pardo, Content Specialist en Sunhero y firme defensora de que la energía solar puede transformar el mundo.
02/07/2024
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En el mundo de la energía y la electricidad, es común encontrar términos técnicos que, a veces, pueden resultar confusos para quienes no están familiarizados con ellos. Algunos de los más utilizados son los kW, kWh, kWp y kVA. En este artículo del blog, explicaremos qué significa y para qué se utiliza cada uno de ellos.
El kilovatio (kW) es una unidad de potencia eléctrica que refleja la velocidad con la que se consume o produce energía. El kW nos permite medir la velocidad de movimiento de la electricidad y gestionar su uso de manera efectiva.
Para entenderlo de manera más sencilla, por ejemplo, un microondas que funciona a 800 vatios (W) consume 800 W de energía por segundo, lo que equivale a 0.8 kW de potencia.
Los kilovatios son esenciales para entender cuánta energía consumen los electrodomésticos y los sistemas eléctricos en general. Esta unidad se utiliza para medir el consumo de los dispositivos a tiempo real y también, es indispensable a la hora de dimensionar correctamente los sistemas fotovoltaicos.
Conociendo los kilovatios que una vivienda necesita, es posible planificar y diseñar un sistema fotovoltaico que cubra las necesidades energéticas de forma eficiente.
El kilovatio-hora (kWh) es una unidad de energía que se usa para medir cuánta electricidad se consume o se genera en un intervalo de tiempo determinado.
Ésta, de hecho, es la unidad de medida que encontrarás en tu factura de electricidad. Por ejemplo, si usas un aparato de 2 kW durante 3 horas, habrás consumido 6 kWh (2 kW x 3 horas).
El kWh es utilizado en el sector energético para calcular el consumo de electricidad y gas, y facturar a los consumidores.
En la factura eléctrica, este consumo se muestra como “término variable”, “término de consumo” o “término de energía”, según la compañía proveedora. Los kWh consumidos se miden mediante contadores digitales que registran y envían automáticamente el uso de electricidad a la compañía para su facturación.
En un sistema fotovoltaico, el kWh es fundamental para medir la cantidad de energía eléctrica producida o consumida. Esta medida permite a los propietarios evaluar el rendimiento y la eficiencia de sus paneles solares, así como calcular el ahorro en el consumo de energía.
Además, el kWh es imprescindible para determinar la capacidad del sistema para cubrir las necesidades eléctricas de la vivienda y para gestionar la venta de excedentes de energía a la red eléctrica.
El kilovatio-pico (kWp) es una unidad de medida utilizada para expresar la potencia máxima que puede generar un sistema fotovoltaico en condiciones óptimas.
Se trata de una medida estándar que permite comparar la capacidad de generación de diferentes instalaciones solares. Por ejemplo, un panel solar con una capacidad de 5 kWp puede generar hasta 5 kW de potencia en condiciones ideales.
En la especificación técnica de los paneles solares, esta capacidad se muestra como “potencia pico”, “potencia nominal” o “capacidad máxima” y se determina mediante pruebas estandarizadas que evalúan el rendimiento de los paneles solares bajo condiciones ideales de irradiación y temperatura.
En un sistema fotovoltaico, el kWp es imprescindible para determinar el potencial de generación de energía y dimensionar el sistema según las necesidades energéticas.
Lo cierto es que, aunque esta medida indica la capacidad máxima en condiciones ideales, el rendimiento real de un sistema fotovoltaico puede variar debido a factores como el clima, la orientación y la inclinación de los paneles solares.
El kilovoltio-amperio (kVA) es una unidad de medida de la potencia aparente en un sistema eléctrico. A diferencia del kW, que mide la potencia real, el kVA incluye tanto la potencia real como la potencia reactiva, la que no se utiliza para hacer trabajo útil pero es necesaria para mantener el sistema eléctrico.
Esta medida es importante en sistemas donde hay componentes inductivos, como motores y transformadores, ya que permite dimensionar correctamente el equipo eléctrico.
Por ejemplo, un generador de 10 kVA puede no ser capaz de proporcionar 10 kW de potencia real debido a las pérdidas de energía en el sistema.
El kVA se utiliza para dimensionar equipos eléctricos en sistemas industriales y comerciales. Es crucial para seleccionar transformadores, generadores y otros componentes eléctricos, asegurando que puedan manejar tanto la potencia real como la reactiva.
Esta medida ayuda a evitar sobrecargas y mejorar la eficiencia del sistema eléctrico.
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