Growth Specialist en Sunhero y apasionada de la energía solar desde que instaló placas en casa.
26/08/2024
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Índice
Si nos estamos planteando producir nuestra propia energía en casa es aconsejable que sepamos que una instalación solar fotovoltaica consta de varios elementos. El más conocido es quizá el panel solar, que es una placa cuyo material consigue convertir la radiación solar que cae sobre él en energía. Sin embargo, a menudo se olvida que la producción de energía para autoconsumo no solo depende de ellos.
Una instalación fotovoltaica es un sistema compuesto por dos elementos principalmente, ambos necesarios para su operación y funcionamiento. Además de los paneles, otro componente también muy importante es el inversor solar. A continuación, te explicamos en detalle para qué sirve y cómo elegir el inversor indicado para tu sistema fotovoltaico.
Un inversor solar se encarga de transformar la corriente continua que proviene de los paneles solares en corriente alterna, lo cual hace compatible y seguro el uso de la energía solar en casa.
Esto es porque existen dos tipos de corrientes eléctricas: la alterna (AC) y la continua (DC). La principal diferencia entre ambas radica en cómo se mueven los electrones dentro del material conductor para llevar la energía de un punto a otro. Pero para entenderlo fácilmente simplemente decir que la red eléctrica convencional funciona con corriente alterna, es decir, la que tenemos en casa, y es la que requieren los electrodomésticos.
En cambio, la energía solar que genera un sistema fotovoltaico es de corriente continua. Para poder usar esta energía en el hogar, la corriente debe ser del mismo tipo que la que alimenta a los equipos, ya que, de lo contrario, no podrán funcionar.
Así pues esta transformación de una energía a otra es posible gracias al inversor que precisamente por esta función también recibe el nombre de convertidor.
Por otro lado, la otra función que cumple el inversor solar es la de optimizar el rendimiento de la energía que generan las placas solares porque éste se encarga de distribuir la energía entre los distintos dispositivos del sistema fotovoltaico. Esto significa que lo que recibe de las placas solares lo distribuye a la casa para su uso, pero también si la casa no demanda energía, la volcará a la red eléctrica general. O, incluso, de ser este nuestro caso, enviará la energía sobrante a la batería para su almacenamiento.
El inversor también sirve para proteger la instalación. Es decir, si hay un cortocircuito éste tiene la capacidad de parar la generación de energía.
El inversor también sirve como dispositivo para recoger y ofrecer información útil al usuario. Así sabremos qué producción de energía tenemos, el rendimiento de la instalación y de cada uno de los paneles instalados. Así sabremos si todo está funcionando bien y, de no ser así, actuar cuanto antes.
Para que esta labor tan fundamental se lleve a cabo con éxito, es conveniente elegir inversores que cumplan los estándares de calidad y que la instalación sea realizada por personal certificado.
No, sin el inversor no es posible tener una instalación fotovoltaica. Sin él, no se puede proporcionar energía a los aparatos domésticos de forma directa, porque hay que transformarla de corriente contínua a alterna para poder hacer uso de ellos, como explicamos más arriba.
Y es que podríamos decir que el inversor es el cerebro de la instalación, ya que es el que no solo transforma la energía sino que la distribuye de manera inteligente.
Una cuestión determinante en este sentido es qué potencia máxima de transformación tendrá nuestro inversor. Porque esta será la cantidad de energía máxima que nuestro inversor podrá transformar. Hay inversores de muchas potencias pero es conveniente elegir un modelo adecuado para nuestra instalación que irá en función de nuestra necesidades eléctricas.
Para disfrutar de la energía solar es indispensable el uso del inversor. Este componente dispone de una tecnología diseñada para adecuar la energía de las placas solares en electricidad apta para el consumo doméstico.Sin embargo, no todos los inversores son iguales, es decir que no todos cumplen las mismas funciones. Elegir uno u otro dependerá de las necesidades que tenga nuestra instalación.
Existen varios tipos de inversor dependiendo del tipo de instalación que tengamos en nuestro hogar. Aunque esto se puede cambiar, debemos saber que existen instalaciones monofásicas en las que necesitaremos instalar un inversor monofásico. Si por el contrario tenemos una instalación trifásica, deberemos optar por un inversor trifásico.
También existen los llamados microinversores que significa que cada uno de los paneles solares que instalemos tendrá su propio inversor, más pequeño, que gestionará esa energía individualmente. Este tipo de instalación es interesante en tanto en cuanto si uno de los paneles solares deja de funcionar, el resto lo seguirá haciendo con normalidad. El microinversor envía la energía directamente al panel eléctrico central de la vivienda.
Otra opción son los inversores para placas solares en cadena también conocidos como strings. Éstos se utilizan cuando los paneles solares están conectados en serie y agrupados en ramales enviando toda la energía a un solo inversor. Estos son los más comunes y gestionan a la vez toda la energía que viene de los paneles.
Esto en cuanto al aparato, pero también conviene saber que el tipo de instalación solar también condicionará nuestra elección del inversor.
Al hilo de los tipos de inversores que existen, debemos saber que la tipología de nuestra instalación en conjunto también afectará a nuestra decisión de compra, porque no todos presentan las mismas características. Así pues hay, a grosso modo, tres tipos de instalaciones solares.
Como has podido ver existen diferentes tipos de inversores solares en el mercado. Se utilizan tanto para sistemas conectados a la red como para sistemas fotovoltaicos aislados. En este sentido, te damos algunos consejos teniendo en cuenta cuatro puntos fundamentales: la potencia, la optimización, el registro y la protección.
Potencia: La potencia máxima permite alimentar los aparatos domésticos en casa simultáneamente. Dependiendo de los hábitos de consumo que tengamos necesitaremos más o menos potencia en nuestra vivienda. De esta forma debes tener en cuenta la potencia contratada para complementar con la potencia que añadirás con tu instalación. Por otro lado, en este cálculo debes tener en cuenta posibles reformas en el futuro, ya que podrías necesitar mayor flujo de energía.
Registro: Algunos inversores cuentan con opciones de registro del rendimiento de los paneles solares, otros no. Este aspecto es muy útil no solo para conocer la cantidad de energía generada sino para monitorizar su funcionamiento y detectar fallos en la instalación de manera individual.
Protección: En todo equipamiento eléctrico la seguridad es lo primero. En este sentido es necesaria una adecuada protección que detenga el flujo de energía en caso de producirse un cortocircuito, tanto para proteger tu instalación solar como para evitar dañar tus electrodomésticos y el circuito eléctrico de tu hogar.
Como ves, el inversor es indispensable para aprovechar la radiación solar generada por tus paneles. Para tener una idea clara de qué tipo de inversor necesitas para instalar un sistema fotovoltaico eficiente en tu caso particular, solicita un estudio personalizado de tu caso con Sunhero y da el primer paso hacia el ahorro a través de autoconsumo renovable y sostenible.
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